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El TPMS (sistema de control de la presión de las llantas) es un elemento de seguridad muy conocido y presenta las siguientes ventajas:
- Menor índice de accidentes gracias a la optimización de la maniobrabilidad y la capacidad de frenado
- Menos emisiones de CO2
- Aumento de la vida útil de los neumáticos
- Reducción de los costos de combustible
El TPMS es beneficioso tanto a nivel personal como social, ya que garantiza que los neumáticos estén correctamente inflados. No es de extrañar que ya sea una medida de seguridad obligatoria en EE.UU., la UE y China. Hay dos tipos de TPMS: TPMS directo (dTPMS) y TPMS indirecto y funcionan de diferentes maneras. Conocer esas diferencias le ayudará a entender y aconsejar la mejor solución para sus clientes.
¿Cuál es la diferencia entre TPMS directo e indirecto?
El TPMS directo (dTPMS) recoge datos precisos de la presión directamente de la válvula del neumático a través de cuatro sensores de presión específicos que se conectan a la válvula y transmiten las lecturas de presión en tiempo real. El TPMS indirecto, por el contrario, utiliza el sistema ABS para aproximar la presión de las llantas, y los conductores deben recorrer una distancia considerable antes de que se genere una alerta.
¿Qué sistema funciona mejor?
A medida que el debate sobre las tecnologías TPMS directas e indirectas continúa a nivel mundial entre los grupos reguladores, de consumidores y de la industria, una cosa está clara; los consumidores, cuando se les da la opción, expresan su preferencia por el escenario TPMS directo, que utiliza sensores de presión instalados en cada llanta, como la familia de productos EZ-sensor® de Schrader. La investigación realizada por Fastmap en nombre de Schrader ha revelado que el 69% de los conductores no desean asumir la responsabilidad de restablecer manualmente un sistema TPMS indirecto. Debido a la ausencia de sensores de presión, un vehículo equipado con TPMS indirecto requiere que el dispositivo sea recalibrado por el conductor después de que se modifique la presión de las llantas o se cambie un neumático. Esto pone un nivel de control en manos del conductor, algo que no ocurre con otras funciones de seguridad críticas del vehículo, como los airbags.
¿Qué hace que el TPMS indirecto sea poco práctico?
Para que el TPMS indirecto funcione eficazmente, las cuatro llantas deben estar infladas a la presión correcta recomendada y en condiciones óptimas. Esto parece una propuesta desalentadora para los consumidores, ya que la razón por la que ven el valor del TPMS es para ayudarles a mantener la presión óptima de las llantas. Del mismo modo, la tecnología indirecta requiere que el consumidor instale llantas específicas al sustituir los originales para que el sistema funcione correctamente. Por último, si las cuatro llantas tienen una presión baja similar por negligencia (un problema común) u otras razones, un sistema indirecto no activará una alarma de advertencia. Cuando las cuatro llantas están bajas, las llantas se desgastan más rápido en los bordes y el coche es inseguro e inestable para conducir; tiene menos tracción en carreteras mojadas; tarda más en detenerse; y consume más combustible.
En conclusión, con tantas variables acerca de los TPMS indirectos que dejan a su marca vulnerable a la insatisfacción y a los problemas de garantía, los TPMS directos simplemente tienen sentido - para usted y para sus clientes.
¿Con qué sistema está más familiarizado? ¿Cuál recomendaría a sus clientes?